Esperamos que os rias tanto como yo cuando la lei....
Vino a mediodía, era un americano con unas pintas rarísimas, olía fatal y encima empieza a tirarse eructos. Había una cliente delante, que le miró con una cara!! Pero no te creas que el tío se inmutó, siguió como si nada. Estuvo más de una hora, además su español era malísimo (y nuestro inglés también pero eso no viene al caso, jajaja) Bueno, al final se llevó un pincho prepago después de que el pobre Fede (nombre ficticion del compañero) le contara por lo menos 5 veces la misma información.
El susodicho volvió por la tarde porque no se había enterado muy bien de nada. Decía que Fede no le había explicado bien las cosas.
Fede, lleno de paciencia, le vuelve a explicar todo de nuevo. Pero no una vez, sino varias. Siempre preguntaba lo mismo y ya no sabía cómo decírselo. El caso es que el colega estuvo en la tienda un buen rato y mientras tanto, seguía eructando. Yo ya estaba que me subía por las paredes del asco que me daba. Como al tercer ó cuarto eructo, le dije que por favor, tuviera un poco de educación y respeto a los demás y me dijo que eso era algo normal.
Al día siguiente volvió otra vez. Nooooooooo, yo ya no sabía dónde meterme y Fede ni te cuento. Estuvo con él por lo menos 1 hora, pero seguro que se le hizo como si fueran 5. Además el cara dura, le dice que no le gusta pasar mucho tiempo en la tienda. Y a nosotros? Debe ser que nos encanta repetir las mismas cosas 15 veces, no? Encima, esta vez, se ponía a hablar con los clientes que había en la tienda, dejaba su bolso en el mostrador como si fuera el sofá de su casa, se ponía en el lado del mostrador que más molestaba, donde nosotros tenemos el paso. Yo estaba contínuamente entrando y saliendo para atender a los clientes porque prefería hacerlo fuera, ya que el tío apestaba y por más que le decía que, por favor, dejara el paso libre, el tío ni caso. Creíamos que nos ibamos a morir del asco, dejó un olor en la tienda insoportable. Menos mal que tenemos un ambientador (que tampoco es que huela muy bien, pero mejor que eso…… cualquier cosa jajaja).
El mismo día por la tarde, y para poner el broche de oro, ya habíamos echado el cierre cuando llega una señora (el cierre estaba más abajo de la mitad) llevaba un niño de unos 5 años, le metió por debajo del cierre y se puso a 4 patas para pasar ella.
Una vez dentro pregunta: Podemos pasar?
Le respondí: Pero si ya está dentro.
Me contestó: Ay, es que no soporto que me cierren las tiendas.
Jajajajaja, nos partíamos de risa nosotros y los 2 clientes que había dentro…… Señora, pero le han cerrado alguna vez????????
Fede, por Dios!!!!!! Dime dónde está la cámara oculta porque esto ya es demasiadooooo!!!!!!! No puedo con la vida!!!!!!!!
GRACIAS A LA DEPENDIENTA QUE VIVIO ESTE MOMENTO TAN GRACIOSO POR COMPARTILA CON TODOS LOS LECTORES.
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